03 abr Yoga y Lumbago
- Existe evidencia que el yoga puede ser útil para ciertas personas con dolor lumbar.
- El yoga se ha mostrado superior al autocuidado (evitar el sedentarismo, mejorar las normas de higiene postural, promocionar una vida sana,…), pero no superior a otras formas de ejercicio para la lumbalgia.
- Pueden aparecer lesiones menores, como en la práctica de cualquier ejercicio, pero lesiones relevantes son excepcionales.
- Las clases de yoga tiene un coste económico asociado, aunque el yoga puede realizarse, una vez aprendido, por el propio individuo sin requerir un gasto asociado.
Yoga es un concepto que abarca diferentes prácticas vinculadas a la filosofía oriental, que incluye la meditación, el control de la respiración, y la realización de unas específicas posturas físicas. Algunos estilos de yoga son muy suaves y solo implican pequeños movimientos, mientras otros son muy vigorosos, combinando actividad aeróbica, fuerza, resistencia y ejercicios de balance y equilibrio. Esta variedad permite a las personas que tienen dolor lumbar escoger el estilo que se adapte mejor a sus características, pero resulta difícil hacer recomendaciones generales sobre el yoga, dado que su práctica puede variar de forma considerable.
Existen numerosos estudios científicos que valoran la eficacia de la práctica del yoga en pacientes que sufren dolor lumbar. Varias revisiones sistemáticas de esta literatura han concluido que el yoga proporciona una mejora significativa en dolor, función física y mejora global, tanto a corto como a largo plazo, pero con distinto nivel de evidencia. No se ha encontrado un impacto significativo con la calidad de vida asociada a la salud.
En las encuestas realizadas se ha observado que aproximadamente un 20% de los practicantes de yoga puedan sufrir alguna pequeña lesión de poca relevancia. Lesiones importantes son excepcionales (<1%).
No se puede afirmar que la práctica de yoga sea mejor que la realización de otros ejercicios como caminar, nadar, realizar ejercicios específicos de columna (ejercicios de core, estabilización lumbar), pero si superior a la escuela de columna o al autocuidado (evitar el sedentarismo, mejorar las normas de higiene postural, promocionar una vida sana,…).
La realización de clases de yoga tiene un coste económico asociado. Aunque se reconoce su beneficio en pacientes afectos de dolor lumbar, no está considerado como una intervención en salud, y por consiguiente no suele estar cubierto por los garantes públicos o privados de salud. Una vez aprendido, el coste puede ser muy discreto, ya que no requiere un equipamiento específico, y se puede realizar en el domicilio.
La práctica del yoga no solo puede beneficiar a personas con dolor lumbar, también puede ser útil para otras dolencias del sistema musculo-esquelético.
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